Hace algunos meses escribí un lindo post para Espacios de Soledad el blog de una Querida Escritora, trajimos un tema nada fácil de abordar para mí, y creo que para nadie. Por lo general creemos que no habita en nosotros, y no nos damos cuenta que nos viene acompañando desde muy cerca, y es nuestra Sombra.
Mientras escribía, me venían muchas imágenes a la mente, algunos recuerdos, he iba conectando con esas heridas que iban más allá de mi vida o quizás de nuestras vidas transitadas… Las cuales fueron generando transformaciones a un nivel físico y emocional muy profundo, y que nos puede cambiar por completo la perspectiva con la que cada uno va mirando la vida.
Cuando vamos descubriendo algunas cosas de nosotros, muchas veces no nos gustan o existen ciertas situaciones que nos molestan de los demás, y es un conjunto de cosas que pertenecen a lo que Carl Jung llamaba La Sombra, que lo representa con uno de sus Arquetipos, en este caso del mismo nombre; “El Arquetipo de la Sombra.”
Este Arquetipo representa el lado oscuro de nuestra personalidad, lo inexpresado, lo irrealizado, es una presencia conocida pero reprimida, y que va representando a nuestra sombra… - Carl Jung la llamó, “La Sombra Personal”,- y aquí es donde habitan nuestras pequeñas frustraciones y dinámicas negativas.
Todo aquello que voy escribiendo, va haciendo referencia a nuestros aspectos ocultos, positivos o negativos, que son parte de nuestro ego. Dónde vamos ocultando los instintos primitivos he inadaptados que arrastramos de ese pasado evolutivo y los aspectos que rechazamos por nuestra mente consciente y social.
¿Y PARA QUÉ QUEREMOS ESCONDER NUESTRA
SOMBRA?
Creo que simplemente para pertenecer a algo, o más simple aun, formar parte de un grupo, estar inserto dentro de los dogmas sociales o familiares, y que muchas veces nos imponen… y tristemente aparece ese querer sentirnos aceptados por los demás. Y te dire que el resultado es solo reducir progresivamente nuestra identidad, empobrecerla y distorsionar todo lo que creemos que somos.
Y vamos avanzando, llevando esa propia sombra que lucha continuamente para que nuestra consciencia la escuche, a través de algunas emociones como la rabia, ansiedad, miedo, vergüenza, culpa o tristeza, y que vamos habitando día a día. Muchas veces en nuestro interior nos vamos encontrando con dimensiones reprimidas, algunos instintos heredados; donde escondemos traumas del pasado, y muchos sueños no realizados.
Y nos quedamos en ese aprendizaje de ser fieles a las normas, nuevamente a los dogmas, solo para agradar a los demás, y pertenecer… aunque tengamos que ir muchas veces en contra de nuestra propia Alma.
¿Y CÓMO SERÍA TOMAR LA RESPONSABILIDAD DE TU SOMBRA?
Podríamos comenzar conociéndonos un poco más, dedicándonos a observar todo aquello que juzgamos de nuestro entorno ¡Y aquí quiero que no olvides algo!
–Que los juicios que emitimos siempre estarán reflejados en algo propio de nosotros –
Por eso es tan importante mirar esas situaciones repetitivas que van surgiendo a lo largo de la vida y también aquello que nunca haríamos…
Si miramos cada una de ellas nos iremos dando cuenta de cómo vamos conectando con nuestras sombras.
A veces debemos comprender que el conflicto no está fuera de nosotros, si no que lo encontramos dentro de nuestra mente, que no son las situaciones las que nos hacen sufrir, si no que la interpretación que nosotros les damos a estas. Una interpretación desde nuestro inconsciente.
¿QUE NECESITARIAS PARA INCORPORAR ESA SOMBRA EN TU VIDA?
Tanto en tu interior como en el mío, podemos cambiar la forma en que vamos mirando, ya que querer estar en tranquilidad, implica querer aceptar como una parte inevitable en nuestra vida, esa Sombra. Y quizás más que aceptar es lograr Sanar.
Así que dejemos de rechazar esas reacciones naturales que habitan en nosotros y admitamos que lo que vamos viviendo no se compone solo de blancos o negros, sino comprender que cada momento que vivimos está lleno de matices, colores y emociones, tantos como las circunstancias que nos van ocurriendo a lo largo de nuestras vidas.
Todos esos demonios (yo los llamo así) podemos transformarlos en aliados, y utilizar toda esa energía en cosas más positivas.
Creo que ese aceptarnos plenamente, nos ayudará a integrar nuestra sombra, hacerla consciente y tratar de llegar a un acuerdo con ella.
El aceptar y el integrar nos permitirá enriquecernos y complementar los impulsos que la sombra trae consigo, y poder conectarlos con otros aspectos personales conscientes. Así podríamos llegar a lo que Carl Jung denomino “el proceso de individuación”, esa autorrealización total y profunda de uno mismo.
Entonces, no podemos olvidar que todo nuestro crecimiento personal, dependerán siempre de la capacidad que tengamos para darles Luz a esas Sombras.
Darnos el impulso que necesitamos, tomar toda esa valentía que tenemos, y lanzarnos, ya sea para hallar la calma o ese bienestar que deseamos tener…
He iniciar ese delicado y valioso trabajo, para sanarnos…
<< Hay luces que proyectan más de una Sombra, mira las hogueras en la noche y lo comprobarás.
Las llamas danzan y se mueven, nunca se están quietas.
Las Sombras crecen y menguan, cada hombre proyecta una docena.
Unas más tenues, otras más oscuras>>
Extracto del libro “Choque de Reyes”
George R. R. Martin
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